13 ene, 2012 | Era un miércoles al mediodía, cuando Luis Alejandro Rodríguez, de 19 años, decidió reunirse con dos amigos en una casa de la calle Las Flores, cruce con Venezuela en la comunidad de Achípano. Según versiones de los vecinos ese trío se reunía diariamente en ese inmueble sin número para fumar “yerba”.Las horas siguientes transcurría con tranquilidad, cuando los residentes escucharon una “algarabía” dentro de la vivienda. Vecinos se pararon en los alrededores, para tratar de ver lo que pasaba. En ese momento más de cinco detonaciones hicieron que los curiosos corrieran y gritaran: “se mataron”, según contaron testigos.
Al cabo de pocos minutos vieron a dos muchachos salir de la casa. Los curiosos, esperaron a que fueran lejos para ellos entrar y buscar al tercero. Al ingresar, encontraron a Luis Rodríguez tirado en medio de “un charco de sangre” y convulsionando.
Corrieron para montarlo en un carro y trasladarlo hasta el hospital Luis Ortega de Porlamar. 12 horas después un derrame interno le segó la vida a Rodríguez.
Médico tratantes aseguraron que hicieron lo humanamente posible para salvarle la vida al muchacho, pero los siete tiros que recibió hicieron que se desangrara, causándole la muerte a las 11:30 de la noche del miércoles pasado.
Funcionarios de Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Porlamar se trasladaron hasta el hospital para iniciar las averiguaciones del caso.
Por su parte el supervisor de delegaciones del Cicpc, comisario Jesús Carias, informó que los investigadores se encuentran frente a un homicidio por ajuste de cuentas. Indicó que Rodríguez no presenta registros policiales y que tienen identificados a sus asesinos.
En las próximas horas los detectives del Cicpc efectuaran diversos allanamientos en la entidad para dar con el paradero de los culpables.
Se conoció que los uno de los jóvenes pertenece a la banda del microtraficantes apodado “el chicho”.
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